Hace algunos años, cuando empezaron a surgir este tipo de programas, creí encontrarme frente a algo realmente revolucionario. No estaba equivocado. Disponer de música y videos de manera gratuita era, y sigue siendo, algo fascinante.
Algunos de estos programas peer-to-peer más utilizados están viendo como sus usuarios se descargan cada vez menos archivos a través de ellos.
Vayamos por partes. ¿A qué me refiero cuando hablo de programas peer-to-peer? La respuesta es sencilla. Se denomina programas P2P al método de intercambio de datos en el que un usuario, mediante el método que sea, descarga información de otros usuarios conectados a la misma red y es a la vez emisor de la información que otros usuarios le piden. Así pues, Ares, Emule y el resto de programas de características similares forman parte de esta denominación.
Ante todo, y haciendo gala de los estudios de Publicidad me gustaría apuntar lo acertado que me parece el naming de estos programas. P2P, unas siglas con clara musicalidad que, inevitablemente, remiten a la popular consola de Sony. En fin, des de mi punto de vista, todo un acierto.
Vayamos al quite de la cuestión. La caída de los programas anteriormente citados no es casual. La tecnología evoluciona a un ritmo frenético y lo que hoy es una novedad mañana puede ser algo obsoleto. Hoy día, encontramos nuevos programas y páginas que, a diferencia de los anteriores no requieren que el usuario se descargue en su PC la música/película en cuestión, sino que puede oírse/verse online, sin necesidad de bajarte los archivos.
Estos nuevos programas/páginas web tienen nombre propio: Spotify y muchaspelis.com/veocine.com/cinetube.
En cuento a música, como ya he dicho, Spotify es la gran revelación. Digo revelación puesto que yo acabo de saber de su existencia pese a que lleva en el mercado des de finales del 2008. Se trata de una aplicación utilizada para escuchar canciones vía streaming. Permite escuchar temas musicales buscando por artista, álbum o listas de reproducción creadas por los propios usuarios. Los usuarios pueden crear listas de reproducción y compartirlas o editarlas junto con otros usuarios.
Aquí, en España, tenemos la suerte de disponer de Spotify de manera gratuita, con el único inconveniente de que el usuario va oyendo de forma esporádica publicidad mientras escucha su música.
En cuanto a películas y series, encontramos una gran proliferación de páginas que las ofrecen online. El principal problema de gran parte de este tipo de páginas tiene un nombre: Megavideo. Se trata de un sitio web para compartir videos que presenta el inconveniente de una restricción a los 72 minutos del visionado, de manera que el usuario debe esperarse unos minutos para retomar lo que estaba viendo.
El principal problema de este tipo de programas radica en que están en el punto de mira, sobre todo por parte de la industria del cine y de la música, puesto que en este tipo de redes, al poder intercambiarse todo tipo de contenidos, puede deducirse que no se respetan los copyright.
La pregunta que debemos hacernos ahora es sencilla: ¿Cuándo celebraremos el funeral de estos nuevos programas/páginas?
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